Eric Flor ratificó su presente con un muy buen superclásico. El escolta anotó 23 puntos y aportó 5 rebotes en el triunfo de Quilmes sobre Peñarol.
A riesgo de ser injusto con algunos, Eric Flor probablemente sea el fichaje más rendidor que hizo Quilmes para la temporada 2016/17 de la Liga Nacional de Básquetbol. El escolta (también base) fue uno de los destacados en el triunfo del “tricolor” en el superclásico del viernes ante Peñarol. Y destacó junto a LA CAPITAL cuáles considera que son las virtudes de su equipo y también las razones de su muy buena actualidad.
-Por la actualidad de cada uno llegaban con cierto favoritismo al clásico y lo ratificaron en la cancha…
-Sí, creo que hicimos un muy lindo partido. Teníamos muchas ganas de ganar, mucha ambición. Somos un equipo muy trabajador, con algunos jugadores jóvenes y otros no tanto pero todos vamos por el mismo camino, todos queremos ganar y eso marca la diferencia.
-¿La gran virtud es ésa? Que no haya una figura consular, más allá de que Luca Vildoza es un distinto, y que la fortaleza sea el juego de conjunto…
-Es cierto que Luca es un jugador clave para nosotros pero nuestra gran fortaleza está en potenciar los puntos fuertes de cada uno. Cuando me toca estar a mí en la cancha, por ahí en el perímetro tenemos más defensa y penetración, cuando le toca estar a Enzo (Ruiz) tenemos más tiro de tres puntos, más altura. El equipo se complementa muy bien con las variantes de quinteto que podemos formar y eso nos convierte en un equipo difícil de superar.
-¿Te sentiste cómodo en tu rol anotador?
-Sí, estoy muy contento. Fue una gran alegría para mí, para mi familia que lo vio desde mi casa y para la gente que se pone muy feliz cuando le toca ganar el clásico.
-Atrás hicieron bien los deberes y adelante se repartieron bastante las responsabilidades. ¿Qué fue lo mejor que hizo Quilmes?
-Hicimos un gran trabajo sobre los jugadores más importantes de Peñarol: Leo Gutiérrez, (Rob) Reed, el americano nuevo (Steffphon Pettigrew). Y creo que cuando nosotros estamos bien atrás se nos hace todo mucho más fácil adelante y estamos muy conformes con eso.
-¿Te sorprendió que hubiera tanta diferencia de respuestas de juego colectivo entre uno y otro equipo?
-No sé si fue tanta diferencia de juego colectivo. Me parece que fuimos más inteligentes para saber a qué teníamos que jugar. Usufructuamos bien cuándo atacar, dónde atacar. Entrenamos mucho diversas situaciones, las pudimos llevar a la práctica y sin dudas que es una satisfacción cuando sale lo que se planifica.
-No pasaron sobresaltos casi nunca pero en el tercer cuarto Peñarol se acercó a sólo 6 puntos y podía ser peligroso. ¿Aplicaron el freno en el momento justo?
-Era un momento importante y por suerte pudimos detener ese avance para conservar una diferencia holgada y que nos permitió afrontar el resto del partido con mayor tranquilidad.
-En el plano personal, ¿tu temporada en Quilmes es tal cual la habías imaginado?
-Quizás supera las expectativas, supera lo imaginado. En el momento en que decidí dejar San Lorenzo para venir a Quilmes me sedujo la propuesta de Javier (Bianchelli), la posibilidad de tener muchos minutos en cancha. Estoy muy agradecido a él y a todo el cuerpo técnico. Descansa mucho la pelota en mí, me dan mucha confianza, me dan la libertad de tomar decisiones. Eso a un jugador lo hace sentir muy bien. Es lo más lindo que puede haber y también es lo que te hace jugar mejor.
-¿Y cómo es el clásico desde adentro?
-Hermoso, hermoso. Una locura. Los que amamos el básquetbol y nos gusta desde chiquitos, sabemos que es el partido más importante de la Liga Nacional. Contento por poder jugarlo y mucho más porque gané más de los que perdí.